Nintendo Switch 2 ha contado con un año de lanzamiento de lo más interesante, apoyada por un catálogo compuesto por propuestas como Mario Kart World, Donkey Kong Bananza o Leyendas Pokémon Z-A, que han supuesto un impulso para la nueva generación de la firma japonesa. Mientras se espera para saber qué ocurrirá con títulos como la nueva entrega de Mario en 3D o el próximo The Legend of Zelda, Nintendo está recurriendo a otros grandes personajes y licencias para apoyar el catálogo de lanzamientos. En este sentido, Kirby está siendo uno de los más destacados en estos primeros meses.

Tras la llegada de la versión mejorada de Kirby y la Tierra Olvidada, la recta final de año en Nintendo Switch 2 se completa con la llegada de Kirby Air Riders, uno de los videojuegos más confusos que han surgido hasta la fecha por parte de los estudios de la compañía afincada en Kioto. Para ello, se ha recurrido a una de las figuras más representativas en este terreno de acción alocada: Masahiro Sakurai. El responsable de Super Smash Bros. se lanza a una propuesta que, si bien parece la versión de Mario Kart protagonizada por Kirby, resulta ser mucho más que eso. No es un juego de carreras, sino un título de acción sobre vehículos a través de diversas vertientes que nada tienen que ver con la velocidad.

Una nueva entrega de una de las sagas más olvidadas por Nintendo que se beneficia de las posibilidades de Nintendo Switch 2 para ofrecer una experiencia estratégica en medio de un caos absoluto. Una de esas propuestas con la magia propia de la gran N que puede marcar un antes y un después en el género y servir de antesala a algo mucho mayor que esté a punto de aterrizar en el catálogo de la consola de nueva generación.

Un juego de conducción con aceleración automática

La propuesta de Kirby Air Riders se asienta sobre un pilar tan sencillo como brillante, heredado directamente del concepto original de GameCube que, en su día, fue incomprensiblemente subestimado: la aceleración automática. En este título, el jugador no debe preocuparse de pulsar un botón para avanzar. Su vehículo, una de las carismáticas Estrellas Warp o naves Air Ride, se mueve constantemente a gran velocidad por los circuitos. Esto libera al jugador de la gestión constante del drift o la velocidad, permitiéndole centrarse por completo en la estrategia, el combate y la exploración del entorno.

La clave de la jugabilidad reside en la gestión de los giros cerrados (mediante el derrape o drift) y, sobre todo, en la habilidad de copia de Kirby. Al aspirar a los enemigos dispersos por el trazado, Kirby adquiere al instante sus poderes. Esta mecánica, esencial en todos sus juegos de plataforma, se convierte aquí en la herramienta principal para la acción, permitiéndole usar espadas, lanzar proyectiles de hielo o incluso transformarse en un bombardero que aterra a los rivales. Dominar la anticipación para cambiar de habilidad en el momento justo y así superar un obstáculo o anular a un oponente es lo que realmente separa a los novatos de los maestros en la pista. Es un caos controlado donde la toma de decisiones instantánea, muy al estilo Smash Bros., es más importante que la velocidad punta.

Un modo batalla para desligarse de cualquier juego de carreras

Si hay un modo que define la filosofía de esta saga y que se ha reinventado por completo en Kirby Air Riders, ese es sin duda Aventura en la Ciudad. Este no es un modo de carreras tradicional; es un caótico y frenético battle royale sobre ruedas, completamente ajena a la competición clásica. El modo se desarrolla en un extenso mapa abierto, una ciudad gigantesca que debe ser explorada en un tiempo limitado. El objetivo es simple y demencial a la vez: encontrar power-ups y mejoras escondidas en la ciudad (piezas de nave, potenciadores de ataque, defensa o velocidad) y acumularlas para el gran evento final, que siempre es aleatorio.

La exploración se mezcla con el combate multijugador, donde los jugadores luchan constantemente por robar las mejoras de los demás o simplemente para entorpecer su progreso. El evento final puede ser desde una simple carrera alocada, una prueba de salto a mayor altura, una batalla en el aire o un duelo de combate puro en una arena cerrada. Las posibilidades de la nueva consola permiten que este modo se expanda para albergar hasta 16 jugadores en línea, elevando el caos estratégico a niveles demenciales y garantizando que cada partida sea una experiencia completamente única. Kirby Air Riders es, en esencia, la demostración de que Sakurai sigue siendo un genio del diseño capaz de convertir un juego de carreras en una obra maestra de acción multijugador.

Con la visión singular de Masahiro Sakurai, Kirby Air Riders se establece no sólo como un digno sucesor, sino como una reinvención que utiliza el poder de Nintendo Switch 2 para alcanzar su máximo potencial. Al centrarse en la acción y la estrategia por encima de la velocidad, Nintendo no se conforma con rescatar una joya olvidada, sino que ofrece una alternativa a los juegos de carreras tradicionales. Esta nueva aventura de Kirby promete ser el broche de oro para el primer año de la consola, dejando claro que el futuro de la gran N será tan caótico y divertido como inesperado.